El Ayuntamiento destina 575.000 euros a semipeatonalizar la calle Santa Roc y garantizar un acceso seguro al alumnado de Juan Esteve

Hace tiempo que el centro histórico de Albal ocupa la mirada del Gobierno Local que preside Ramón Marí, para su transformación urbanística, la modernización y semipeatonalización de buena parte de sus calles más antiguas. Se está desarrollando por fases y desde hace dos legislaturas, con el objetivo de poner en valor la zona urbana donde se levantan inmuebles emblemáticos como ahora la torre árabe del siglo XI, el Mercado Municipal, el cine Ribelles, la iglesia Nostra Senyora dels  Àngels y el antiguo ayuntamiento, entre otros monumentos históricos. Al tiempo, el consistorio pretende mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, convirtiendo entornos más habitables, seguros y sostenibles, priorizando al peatón por encima del vehículo.

Albal ya ha concluido las dos primeras fases; ya están acabados los trabajos de las vías contiguas alrededor de la torre árabe y más tarde se ejecutaron las calles que rodean el Mercado Municipal y, en la actualidad, es tiempo de la reurbanización de la calle Sant Roc, uno de los más antiguos de la localidad, conviviendo los trabajos con la repavimentación de la avenida Cortes Valencianas, la reurbanización de la calle Mestre Serrano y del inicio de las obras, ayer mismo, de la plaza del Jardín. Las políticas sostenibles de Albal fueron merecedoras de los Premios de Movilidad de la Generalitat Valenciana en 2019 y 2020.

 

𝐋𝐚 𝐜𝐚𝐥𝐥𝐞 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐑𝐨𝐜, 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐧𝐭𝐢𝐠𝐮𝐨𝐬

La tercera fase contempla la semipeatonalización de la singular calle Sant Roc y la en torno al colegio Juan Esteve, afectando una superficie urbana de 2.245 m². Antes de empezar la suya ejecución, el pasado septiembre, el alcalde convocaba una reunión con el vecindario para dar a conocer el proyecto, con un coste de 574.911 euros y que cuenta con un tiempo estimado de ejecución de cuatro meses. Según explicó Ramón Marí, la actuación también sirve para eliminar las barreras arquitectónicas, renovar la red de agua potable y la accesibilidad a la mencionada calle, desde la suya intersección con la plaza Font del Barco, hasta la intersección de la calle Beniparrell. En palabras del primer edil, «mujer continuidad a la transformación y mejora de la calidad urbana de un nuevo entorno, con el cual también me había comprometido políticamente, por tanto, es para mí una satisfacción cumplir con la palabra dada al vecindario de este barrio tan estimado».
Mientras se alargan las obras y para garantizar la seguridad del alumnado en las entradas y salidas en el centro, los responsables del proyecto urbanístico están en permanente contacto y coordinados con la dirección del colegio Juan Esteve.